miércoles, 22 de julio de 2009


Que ironia. Pensé que no estaba equivocada, quizás si es como todos dicen y yo soy la que no quiere ver la realidad. Pensé que él hablaba serio y que le importaban otras cosas. Pensé que era diferente. Pensé que solo se fijaba en mí, porque eso me hacia creer. Pensé que cada palabra era sincera. Y lo creí. Qué estúpida.

No hay comentarios: